Luz

Luz

sábado, 1 de febrero de 2014

Cánticos

Sonad tambores, y trompetas,
no hay nada más glorioso
que un amanecer
lleno de cánticos y de victoria.

Un amanecer
con el alma rota, desvanecida…
no sirve para nada,
no sirve para seguir luchando.

Qué es la derrota
sino dar un paso más hacia la victoria,
y si en cada paso hemos vivido,
qué importa que pasó en camino:
¿Acaso lo que nos preocupa es no acabar la vida?
¿Quién la acaba?

Dame una espada para firmar la paz.
Si no,
dame un abrazo.
La vida pesa demasiado para llevarla
a cuestas.
Sin tu ayuda.
Sin la vuestra.
Dame amor, amor,
dadme amor, amigos,
y si algún día no puedo
por favor: coged mi testigo.

No dejéis nunca de luchar.
Pues si el sabor de la derrota es amargo
cuán dulce será cada victoria,
cada sueño cumplido en vuestra vida.

Coged mi relevo,
que los pájaros no puedan alcanzar vuestro vuelo,
que no puedan con vosotros las noches
pues las estrellas son hermosas
y la luna
un reflejo del optimismo.

No ceséis en vuestra lucha, por favor,
no enfriéis la pasión de vuestros corazones…

Pues yo, una vez,
Me rendí.
Y no sabéis lo lo que frustra
ver pájaros volar desde tu jaula,
ver niños correr desde tu nido,
ver personas morir desde tu sillón…

No hay comentarios:

Publicar un comentario